Fátima Bosch logra la corona de Miss Universo en una edición marcada por tensiones internas
- Editor
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Ciudad de México.– La mexicana Fátima Bosch fue proclamada Miss Universo este viernes en Bangkok, Tailandia, al cierre de una edición del certamen que quedó envuelta en controversias desde sus primeras actividades.
La joven de 25 años se convirtió en la ganadora número 74 del concurso, un logro que se produce luego de semanas de tensiones entre los organizadores, renuncias en el jurado y señalamientos sobre presuntas irregularidades.
Bosch había sido protagonista involuntaria de uno de los momentos más comentados del certamen a inicios de noviembre, cuando abandonó una actividad oficial tras ser reprendida públicamente por el director del evento en Tailandia, Nawat Itsaragrasil. La reacción del empresario, quien incluso amenazó con sancionar a cualquier concursante que mostrara apoyo a
Miss México, detonó una oleada de críticas y gestos de solidaridad entre las participantes.
En su momento, la organización internacional del concurso rechazó el comportamiento del directivo, mientras que el presidente del certamen, Raúl Rocha, le pidió frenar la confrontación. Incluso autoridades mexicanas reconocieron a Bosch por su postura ante lo ocurrido.
A pesar del incidente, Bosch avanzó hasta la final y se llevó la corona, superando a Miss Tailandia, Praveenar Singh, quien quedó como primera finalista y generó sentimientos encontrados entre el público local. Miss Venezuela, Stephany Abasali, completó el podio con el tercer lugar.
En redes sociales se desató un amplio debate sobre el desenlace, con versiones que van desde la influencia del incidente previo hasta el supuesto peso político de los actuales propietarios del concurso. La organización, por su parte, destacó el desempeño de Bosch y afirmó que su participación reflejó fortaleza y disciplina.
Renuncias y cuestionamientos en la antesala de la final
El certamen llegó a la noche decisiva tras una semana especialmente complicada. Dos integrantes del jurado presentaron su renuncia días antes de la final. Uno de ellos denunció que la selección de semifinalistas habría sido manipulada por un grupo ajeno al panel oficial. La organización negó categóricamente esa versión y aseguró que las evaluaciones siguieron los procedimientos habituales.
La tensión interna se vio acompañada de otros incidentes, como la caída de Miss Jamaica durante la ronda preliminar de trajes de noche, lo que obligó a retirarla del escenario para recibir atención médica.
Estos hechos se registraron durante una transición compleja para Miss Universo, luego de que la anterior directora ejecutiva dejara su puesto y se reorganizara la estructura interna entre los equipos de México y Tailandia. Los cambios en los últimos años han buscado modernizar el concurso, ampliar la inclusión y adaptarlo a un público que cada vez consume más contenido en redes sociales que en transmisiones tradicionales.
Un certamen en transformación
A pesar de que su audiencia televisiva ha disminuido, Miss Universo intenta consolidarse como una marca de alcance digital, apelando a un público joven a través de plataformas como TikTok y aprovechando la popularidad de sus participantes como creadoras de contenido.
Las nuevas reglas del concurso, que permiten competir a mujeres casadas, con hijos o de cualquier edad, han sido parte de esa estrategia para mantener vigente un evento que en diversas regiones del mundo conserva un enorme seguimiento.
Sin embargo, continúa enfrentando críticas sobre su pertinencia y sobre la forma en que representa a las mujeres. Organizaciones y exdirectivas han insistido en que el concurso debe sostener una visión centrada en el empoderamiento femenino si quiere mantener su papel en el panorama global.
La edición 2025 quedará registrada como una de las más turbulentas en décadas, pero también como la que llevó a Fátima Bosch a convertirse en la nueva representante de la organización a nivel mundial. Según especialistas, el reto hacia adelante será recuperar claridad en la estructura interna y reforzar la confianza de las audiencias en un certamen que busca reinventarse sin perder su esencia.

















