A DIESTRA... ¡Ay, ahora sí que en Morena el drama no para ni tantito! Resulta que la jefa estatal, Brighite Granados, ya no se anda con rodeos y se fue de lleno con Andrea Chávez y, por consecuencia, con el combo completo del “Grupo Tabasco” de Adán Augusto. ¿Y qué pasó después? Pues que los leales a Ariadna Montiel no se quedaron callados: Cuauhtémoc Estrada y Mayra Chávez salieron a defenderla como si les hubieran tocado a la tía favorita. El Temo, con su tono de maestro de civismo, dijo que no se puede juzgar a nadie desde el partido, que eso es chamba de las autoridades, y que eso de que a Adán Augusto lo aclamaron en el Consejo Nacional, ¡ni fue pa’ tanto! Que nomás eran 12 o 13 entusiastas —de más de 600 presentes— los que le gritaron “¡No estás solo!” y que solo duró unos segunditos, como quien echa una porra en la fila de las tortillas y ni quién le siga el canto. Mientras tanto, Mayra Chávez defendió a Montiel como si fuera la salvadora de la patria: que es honesta, que trabaja un chorro, que el presidente la adora y que si ha estado en Chihuahua, es por temas institucionales, no por andar haciendo campaña. En pocas palabras, mientras unos se acomodan con el futuro, otros sacan el paraguas para que no los salpique el lodo de Tabasco. ¡Y apenas va empezando el show rumbo al 2027!

Y SINIESTRA...  ¡Pues así cómo, oigan! Resulta que el Subcentro Centinela para Guadalupe y Calvo —ese que ayudaría a meterle lupa al crimen organizado en la sierra— nomás no arranca porque al Municipio se le olvidó firmar el papelito. La gobernadora Maru Campos ya fue hasta allá, se sentó en la Mesa de Seguridad, agradeció a la alcaldesa Ana Laura González y con toda diplomacia le pidió que ya se pusiera las pilas y firmara el convenio. Y es que, aunque el proyecto forma parte de los planes de la mismísima presidenta Sheinbaum, si no hay firma no hay ni planeación, ni ejecución, ni mucho menos cámaras vigilando. O sea, se tiene todo: intención, recurso, ganas y hasta respaldo federal… pero falta la bendita rúbrica municipal. A este paso, el Centinela va a seguir en pausa mientras se decide si se estampa o no la firmita.

AL CENTRO... Pues ya se va don Roberto Fuentes y aunque todos le aplauden la promoción a magistrado, lo que realmente tiene con el ojo pelón a más de uno en el Ayuntamiento es… ¿a quién le van a dejar el changarro? Porque si bien Bonilla dice que no ha tenido tiempo ni de platicar con él —porque anda bien ocupado defendiendo a los de Monte Xenit—, lo cierto es que ya se le viene encima septiembre y no hay reemplazo a la vista. Dicen las malas lenguas que suenan nombres como Pedro Domínguez o Adrián Jáquez, que traen más pasado tricolor que carpeta azul, y eso trae a más de un panista sudando frío. A como están las cosas, más que un secretario del Ayuntamiento, se necesita un operador con maña y buen colmillo, porque el nuevo tendrá que lidiar con los pleitos en Cabildo, las broncas jurídicas y las grillas internas que no dan tregua. Así que mientras llega la tercera semana de agosto y Marco “piensa”, más de uno anda rezando para que no les caiga un priísta disfrazado de panadero.

A DIESTRA I... Y mientras unos andan viendo si se lanzan o no en el 2027, hay quien ya empezó a calentar motores… y de qué forma. Resulta que la síndica Olivia Franco se sacó de la manga una reformota que más bien huele a pasaporte directo al Congreso del Estado. Y es que no es para menos, ya se subió al ring con las desarrolladoras incumplidas, de esas que prometen colonias de ensueño pero no entregan ni la banqueta. Según ella, con esta reforma las empresas que tengan cinco fraccionamientos sin municipalizar después de cinco años, se van derechito a la congeladora: ni nuevos permisos ni nuevos fraccionamientos. ¿Será justicia urbana o campaña adelantada? Porque lo cierto es que entre diagnóstico por aquí, mesas de trabajo por allá, y con 147 fraccionamientos ya entregados (dice ella), Olivia se anda apuntando estrellitas como si estuviera en primaria… pero con la mirada puesta en el edificio de enfrente, donde están los curules y no los planos.

Y SINIESTRA I... Pues ahora sí que le pegaron al dedito chiquito del ego de Alito, porque el Tribunal Electoral le echó abajo su berrinche contra Enrique Ochoa Reza, a quien había corrido del PRI por atreverse —¡qué osado!— a criticarlo por aquello de la reelección eterna. Resulta que los magistrados dijeron que no se vale usar el reglamento como chancla para aventársela a quien opina diferente, y que eso de expulsarlo por hablar no solo es exagerado, sino violatorio de la libertad de expresión. Así que Ochoa vuelve por la puerta grande, mientras a Alito se le desmorona el control a mordidas que ha tenido sobre el tricolor. Y ahora sí, que alguien le pase un té de tila, porque si esto se le salió de las manos, espérense a que más priistas se animen a levantar la ceja.