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Alianzas entre cárteles redefinen el poder del narco, revela informe de la DEA

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  • hace 12 horas
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EEUU.- En el complejo y violento panorama del crimen organizado en México, las rivalidades entre cárteles ya no siguen un esquema de confrontación directa y permanente. El más reciente informe de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), titulado 2025 National Drug Threat Assessment (NDTA), revela un entramado más sofisticado: alianzas temporales, pactos operativos y colaboraciones estratégicas entre organizaciones históricamente enfrentadas.


Contrario a la imagen de un país dividido entre cárteles en guerra, la DEA señala que al menos seis grandes organizaciones criminales mexicanas han establecido acuerdos para asegurar el control de rutas de tráfico, el acceso a infraestructura clave —como laboratorios clandestinos y puertos—, y la distribución de drogas sintéticas como fentanilo y metanfetamina, sin necesidad de una fusión jerárquica.


CJNG y Los Chapitos: ¿una alianza táctica contra “Los Mayos”?

Una de las hipótesis más relevantes del informe apunta a un posible pacto entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la facción de “Los Chapitos”, liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Según la DEA, esta alianza habría surgido tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada en julio de 2024 en Nuevo México, debilitando a la facción de “Los Mayos” dentro del Cártel de Sinaloa.


“El acuerdo tiene el potencial de alterar significativamente el equilibrio del crimen organizado en México, expandiendo territorios, poder de fuego y acceso a funcionarios corruptos”, advierte el informe. La colaboración incluiría el uso alternado de laboratorios en el Pacífico y el intercambio de precursores químicos, armas y rutas de tráfico.


Los Mayos y el Cártel del Noreste: logística compartida

El documento también revela una relación de cooperación logística entre la facción de Los Mayos y el Cártel del Noreste (CDN), en la que el Cártel de Sinaloa suministra drogas sintéticas al CDN, que a su vez las introduce en Estados Unidos por rutas controladas por su red.


Aunque no se trata de una alianza formal, esta colaboración permite al CDN mantener su flujo de mercancía ilícita hacia ciudades estadounidenses, valiéndose de la infraestructura del CDS.


Los Metros del Cártel del Golfo: brazo operativo del CJNG

En el noreste del país, la DEA documenta un vínculo estratégico entre el CJNG y Los Metros, una facción del Cártel del Golfo. Esta alianza ha abierto al CJNG rutas en Tamaulipas y el puerto de Altamira, facilitando la importación de precursores desde Asia y el cruce de cargamentos a Texas.


A cambio, Los Metros reciben respaldo militar y logístico. Esta cooperación ha permitido al CJNG incursionar en territorios históricamente dominados por el CDG y el CDN.


La Nueva Familia Michoacana: pactos con múltiples cárteles

En el Pacífico mexicano, La Nueva Familia Michoacana (LNFM) mantiene acuerdos funcionales con el CJNG, facciones del Cártel de Sinaloa y el propio Cártel del Golfo. El objetivo común: controlar el Puerto de Lázaro Cárdenas, punto clave para el tráfico de precursores químicos desde Asia y cocaína sudamericana.


La DEA señala que incluso en territorio estadounidense, estas organizaciones comparten infraestructura: casas seguras y almacenes usados como centros logísticos para distribuir droga y ocultar ganancias.


Cárteles Unidos: coalición para frenar al CJNG

En Michoacán, la agrupación conocida como Cárteles Unidos —integrada por Los Viagras, el Cártel del Abuelo y remanentes de los Caballeros Templarios— ha consolidado una alianza con LNFM y La Familia Michoacana para contener el avance del CJNG en la Tierra Caliente.


Su control de rutas desde Acapulco y Lázaro Cárdenas hacia Guadalajara y la frontera norte ha favorecido una red de cooperación que, según la DEA, “garantiza la continuidad de operaciones logísticas fundamentales” para el narcotráfico.


Un crimen organizado fluido y transnacional

El informe concluye que las organizaciones criminales mexicanas operan bajo un esquema “altamente flexible y adaptativo”. La lógica ya no es la guerra frontal, sino la supervivencia mediante alianzas temporales que respondan a intereses locales, oportunidades comerciales y condiciones de seguridad.


Además, la DEA documenta vínculos entre estos cárteles y redes internacionales: desde lavadores de dinero en China hasta pandillas distribuidoras en Estados Unidos. Un caso emblemático fue expuesto por la OFAC en septiembre de 2024, cuando se sancionó a empresas vinculadas al CJNG que participaban en el contrabando de petróleo robado, operación en la que también se implicaron miembros del CDS, LNFM y el Cártel del Golfo.


Este fenómeno —bautizado como “huachicoleo fiscal”— sirvió para blanquear millones de dólares en flujos comerciales legales entre México y Estados Unidos.


Más que cárteles: redes delictivas globales

El panorama que presenta la DEA desafía los esquemas tradicionales del crimen organizado. Más que ejércitos en guerra, los cárteles mexicanos se están convirtiendo en nodos de una red criminal transnacional, donde las alianzas se construyen y se disuelven según convenga. El mapa del narcotráfico ya no se lee en blanco y negro. Es, más bien, una serie de zonas grises que se adaptan a la lógica del dinero.

 
 
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